Podría ir hasta allí, pero no sé para qué
Y soy feliz viviendo aquí en la oscuridad
En lo más recóndito de mi mente
Y no es asunto de nadie más
Ahora sólo se trata de mí, de mí mismo y de los secretos que habitan dentro de las paredes
De las mansiones de Los Feliz
La ciudad está que arde,
puedes oler la carne
Y los gritos como perros en zona salvaje
¿Y adónde se dirigen todas esas pobres almas?
Buscando remendar sus corazones
Como si fuera de la incumbencia de todos los demás
Y en el mejor de los casos encontrarán los secretos que habitan dentro de las paredes
De las mansiones de Los Feliz
Él ha salido otra vez y te ha dejado a solas
Ven para aquí, siempre estoy en casa
Y ¿hacia dónde se dirigen los pobrecitos, buscando arreglo para sus corazones?
Pues bien, realmente es mi intención hacer de esto asunto mío
Y se trata sólo de mí, de mí mismo y de los secretos que habitan dentro de las paredes
De las mansiones de Los Feliz
Notas a la traducción
"Los Feliz": urbanización en Los Ángeles donde reside el propio Mark Oliver Everett, autor de la canción. Sobre la misma, Everett ha manifestado en una entrevista: "se trata de un oscuro cuento sobre el aislamiento, probablemente una de esas canciones en las que piensas que estás escribiendo sobre un personaje ficticio y más tarde, años después, te das cuenta de que tiene que ver más contigo mismo de lo que pensabas en su momento. Pero realmente me gusta vivir aquí".